Camu camu: el fantástico potencial de la naturaleza para la alimentación - Duas Rodas

Noticias

27 de septiembre de 2019

Camu camu: el fantástico potencial de la naturaleza para la alimentación

Cuando el asunto es nuestra alimentación, saludabilidad y bienestar, es lo que nos, consumidores, buscamos cada vez más. Y esto incluye ingredientes naturales, alimentos sin aditivos artificiales, como colorantes, que, además de nutrir, entreguen algo más, como una porción extra de fibras, vitaminas o antioxidantes.

El ritmo frenético de la vida moderna y sus innúmeros aspectos ha afectado la calidad de vida de las personas, que comienzan a despertar la conciencia sobre la importancia de alimentos conteniendo componentes que auxilian a la promoción de la salud, trayendo con eso una mejora en el estado nutricional. Y las frutas son un buen ejemplo donde podemos encontrar esta pisca a más de salud.

Brasil es el tercer mayor productor de frutas del mundo, detrás solamente de China y de India. Entre las frutas nativas de la Amazonia, que presentan mayor dinámica de producción, comercialización e inserción en los mercados nacional e internacional, están el açai (Euterpe oleracea) y el copoazú (Theobroma grandiflorum). Las condiciones climáticas brasileñas favorecen una gran diversidad de especies fructíferas tropicales nativas, como el buriti (Mauritia flexuosa), una fruta típica de las sabanas, y el camu camu, que crece cerca de los ríos y lagos de la región Amazónica.

El camu camu (Myrciaria dubia) todavía es poco difundido entre la población. Es un fruto nativo de la Amazonia brasileña y peruana, que viene despertando el interés de un número cada vez mayor de investigadores, debido a su riqueza en componentes de interés para la salud.

No obstante, mucho antes de que esta fruta llamase la atención de los humanos, fueron los peces de la región amazónica que se deleitaban con ella. Esta fruta siempre fue muy apreciada en la alimentación de varias especies de peces, e incluso usada como carnada. Actualmente, de una forma saludable y sustentable, peces y humanos dividen los beneficios del camu camu, cada uno de su mejor forma.

Fruto rojo con tonalidad morada, que recuerda a jaboticaba, el camu camu puede ser encontrado en casi toda la Amazonia brasileña, presentándose como un arbusto de pequeño porte, que puede alcanzar de 4 a 8 metros de altura. Si embargo, su distribución natural en mayor concentración se encuentra en la Amazonia peruana. Recientemente, fueron realizadas experiencias positivas con el plantío de la fruta en áreas fuera de la región Amazónica, en el Vale del Ribeira, en São Paulo, donde ya comenzaron a ser comercializados los primeros frutos.

El gran interés en el camu camu está relacionado principalmente a su composición sumamente variada, con concentraciones expresivas en compuestos bioactivos, lo que hace de la fruta una materia prima promisora para alimentos saludables y suplementos alimentarios.

El camu camu es apuntado como una de las más importantes fuentes de Vitamina C, pudiendo contener hasta 6000 mg/100g de fruto. Comparada con otras frutas comúnmente conocidas por su alto contenido de Vitamina C, como acerola y naranja, tendremos en 5,5 pequeños camus camus, el equivalente, en Vitamina C, a 9 acerolas maduras o a 30 naranjas (o sea, 3kg de naranja).

La Vitamina C (ácido ascórbico) es una vitamina hidrosoluble con acción antioxidante, siendo un fuerte agente reductor y un eficiente neutralizador de especies reactivas de oxígeno y nitrógeno (FRANKEL, 2012). Entre los principales beneficios de la Vitamina C in vivo se puede citar, en nivel inmunológico, la actividad bactericida y el aumento en las funciones de defesa del organismo (IQBAL; KHAN; KHATTAK, 2004). Debido a su capacidad antioxidante elevada, promueve la inactivación de los radicales libres, directamente ligados al proceso de envejecimiento y a enfermedades como cáncer y disturbios cardiovasculares (NUNES et al., 2011).

En la diabetes tiene acción moduladora en la acción de la insulina, contribuyendo en el control de la glicemia (ARANHA et al., 2004). En nivel cardiovascular, mejora la capacidad vasomotora del endotelio de arterias coronarias en pacientes con hipertensión y enfermedades isquémicas del corazón, disminuye el endurecimiento arterial y la agregación plaquetaria, además de reducir aterogénesis (MULLAN et al., 2002).

Otra importante función del ácido ascórbico está relacionada a la síntesis de colágeno, proteoglicanos y otros constituyentes orgánicos de la matriz extracelular en diversos tejidos, como los dientes, huesos y el endotelio capilar (MANELA-AZULAY et al., 2006).

Los carotenoides también pueden ser encontrados en la fruta, principalmente la luteína y el betacaroteno, en mayor proporción. Para la luteína, algunos estudios demostraron que es responsable por la visión central y la nitidez de las imágenes. Tanto la luteína como el betacaroteno presentaron efecto antioxidante, anticancerígeno y antiaterogénico, o sea, se mostraron eficientes en disminuir la placa de ateroma en pacientes con enfermedad cardiovascular crónica y aguda.

Se caracteriza también por presentar elevado contenido de compuestos fenólicos, sustancias no nutritivas que llaman la atención por su acción antioxidante, capaz de, según algunos estudios, minimizar el riesgo de incidencia de algunas enfermedades crónicas no transmisibles, como colesterol alto, diabetes, triglicéridos, actividad antinflamatoria o anticáncer.

Entre los compuestos fenólicos presentes en el camu camu, se destaca:

-El ácido elágico (48mg/100g fruto fresco)

-Las antocianinas cianidina-3-glucósído y delfinidina-3-glucósido (48mg y 2,75mg/100g fruto fresco)

-Los flavonoides quercetina (2,4 mg/100g fruto fresco) y rutina (1,3mg/100g fruto fresco).

Además de estos compuestos bioactivos, en el camu camu podemos encontrar algunos minerales, como potasio, calcio, magnesio y sodio.

Entender las necesidades de los consumidores y entregar exactamente lo que buscan, permitiendo transformar nuevas exigencias y tendencias de mercado en productos exitosos.

Este es el objetivo de la multinacional brasileña Duas Rodas que, conectada a las tendencias globales de consumo, reforzó, el último año, su línea Fruittion Botanicals, ofreciendo al mercado de alimentos y bebidas, extractos en polvo y líquidos y sabores focalizados en los activos naturales de frutas y plantas de América Latina, como camu camu, maqui, physalis y blueberry. Son ingredientes que posibilitan explotar los beneficios naturales de la fruta, promoviendo en sus rótulos el tenor real de la fruta, así como indicar la fuente de vitamina o nutriente en sus productos, entregando a los consumidores productos de calidad, con atractivo de saludabilidad, transformándolos en oportunidades de negocios.

Karina Luize de la Silva, especialista en Desarrollo e Investigación de productos de Duas Rodas

Referencias:

ARANHA, F.Q.; MOURA, L.S.A.; SIMÕES, M.O.S.; BARROS, Z.F.; QUIRINO, I.V.L.; METRI, J.C.; BARROS, J.C. Normativa de los niveles séricos de ácido ascórbico por suplementación con jugo de acerola (Malpighia glabra L.) o farmacológica en ancianos institucionalizados. Revista de Nutrición, v. 17, n.3, p.309-317, 2004.

FRANKEL, E. N. Antioxidants in food and biology: Facts and fiction. 2 ed., 2012, 265 p.

IQBAL, K.; KHAN, A.; KHATTAK, M. A. K. Biological significance of ascorbic acid (vitamin c) in human health – a review. Pakistan Journal of Nutrition, v. 3, n. 1, p. 5-13, 2004.

MANELA-AZULAY, M.; MANDARIM-DE-LACERDA, C. A.; PEREZ, M. A.; FILGUEIRA, A. L.; CUZZI, T. Vitamina C. Anales brasileños de dermatología, Rio de Janeiro, 783):265-274, mayo/jun. 2003.

MULLAN, B.A.; YOUNG, I.S.; FEE,H.; McCANCE, D.R.; Ascorbic acid reduces blood pressure and arterial stiffness in type 2 diabetes. Hypertension, v.40, p.804-809, 2002.

NUNES, R.S.; KAHL, V.F.S.; SARMENTO, M.S.; RICHTER, M.F.; COSTA-LOTUFO, L.V.; RODRIGUES, F.A.; ABIN-CARRIQUIRY, J.A.; MARTINEZ, M.M.; FERRONATTO, S.; FERRAZ, A.B.; DA SILVA, J. Antigenotoxicity and antioxidant activity of acerola fruit (Malpighia glabra L.) at two stages of ripeness. Plant Foods for Human Nutrition, v. 66, n.2, p.129-135, 2011.

Compartir: